Inolvidable graduación de bachillerato

Isabel Martínez

El día 14 de mayo celebramos la graduación de los alumnos de 2° de bachillerato y como era de esperar fue un día cargado de emoción, nervios (de los buenos) y mucha ilusión, con algún toque de nostalgia, viendo como terminan los chicos una etapa tan bonita y que los hace entrar en la “vida adulta”. Fue un día en el que cada uno de nosotros nos sentimos inmensamente felices por ver materializados los esfuerzos, sacrificios y sueños que, desde hace años, han acompañado a nuestros queridos graduados.

Como padres, nos embargaba una emoción y un orgullo indescriptible. Recordamos aquellos primeros días de colegio, cuando veíamos a nuestros hijos tomar sus primeros pasos en el mundo del conocimiento, sin imaginar lo lejos que llegarían. Los hemos visto crecer, aprender, reír y también enfrentarse a dificultades, pero nunca rendirse.

Mientras los observábamos recibiendo sus diplomas, no solo celebrábamos el final de un ciclo educativo, sino el comienzo de un nuevo capítulo en sus vidas. Un capítulo lleno de sueños, de aspiraciones y, sobre todo, de esperanza.

Comenzamos todos juntos en la iglesia, dando gracias a Dios y la virgen por la vida de nuestros chicos y chicas, orgullosos de ver cómo han llegado hasta aquí, con esfuerzo perseverancia y dedicación. Recordando que no solo celebramos las buenas calificaciones o rendimiento académico, sino que también, celebramos las personas en que se han convertido cada uno de ellos, con todos los valores y la importancia de ser buenas personas, que el colegio también ha ido sembrando para enriquecer sus corazones.

Luego de la oración, nos dirigimos al salón de actos donde tuvo lugar la ceremonia. Los padres estábamos expectantes, porque teníamos un secretito muy bien guardado. Con ayuda y organización de la asociación de familias, habíamos preparado un vídeo dedicado a nuestros hijos para que siempre recuerden su paso por el colegio. La preparación el vídeo fue una aventura, en la que un grupo de padres y madres pusimos en común una tormenta de ideas y de allí salió el guion del video.  El día de la grabación de este video fue una gran experiencia llena de risas y complicidad entre los padres, personal de grabación haciendo todos comunidad educativa.

Escapados de nuestros hijos un sábado muy temprano, disfrutamos de las instalaciones del colegio durante la jornada de grabación con Papás y mamás entusiasmados, con mochilas llenas de abalorios para los disfraces y sobre todo, mucho compañerismo y ganas de hacerlo super bien.

Además de la proyección del video, la ceremonia estuvo llena de muchas emociones y momentos entrañables, durante los discursos y actividades organizadas tanto por alumnos y profesores, era imposible evitar que se escapara alguna lagrimilla al ver la complicidad y cariño entre unos y otros.

También se proyectó un video dirigido a los graduados, en el que los hermanos menores que continuarán en el cole les decían que los iban a echar de menos.

En el momento del video de los padres, los chicos no salían del asombro  y se preguntaban en qué momento lo habíamos hecho, y si no recuerdo mal dijeron que era tan lamentable como increíble.

Posteriormente, se comenzó con la imposición de la beca y fueron llamados de 3 en 3, en ese momento sus tutoras les dieron un abrazo. Además, cada graduado recibió de la asociación de familias una preciosa bolsa de tela que contenía: la orla del curso, fotos individuales de cada estudiante, un tarjetón del grupo de padres que participaron en el vídeo, una foto de la virgen firmada por los profesores y un anuario con recopilación de fotos de cada uno en distintas etapas.

Al finalizar la imposición de becas, la asociación de familias, había preparado un picoteo en el comedor. Habían dispuesto el comedor de tal forma que era muy fácil relacionarse con las demás familias, los alumnos y los profes. La comida del picoteo estaba elegida con mucho mimo y por un rato, el comedor se vistió de gala para despedir a los chicos que durante muchos años lo habían utilizado.

Fue difícil despedirnos, nos sentíamos en casa. Pero claro, la velada tenía que terminar para que los graduados se fueran de celebración.

A nosotros, los padres, solo nos queda agradecer a todo el personal del colegio y a la asociación de familias, habernos permitido formar parte tan cercana de la trayectoria educativa de nuestros hijos e hijas. Porque, aunque celebramos el final de la primera etapa educativa, también celebramos el privilegio de ser parte de la familia Spínola.

Para nuestros graduados, Gracias por el esfuerzo, el trabajo duro, la determinación y la actitud positiva, sobre todo, por el ejemplo que nos dan a todos. ¡Este logro es vuestro y estamos muy felices de verlo! Mucha suerte  y todo lo que hagáis hacedlo desde el corazón.

Todas las fotos de este día en el área de socios.