¿Cómo una mamá se convierte en Paje Real?

Paula García Rey

Este año he recibido el encargo de sus Majestades los Reyes Magos de ayudarles con la ardua labor de recoger las cartas de los niños del Colegio Cardenal Spínola, yo, una mamá como otra cualquiera, he trabajado durante dos días al servicio de Su Majestad el Rey Melchor.

Durante estos días he visitado las clases de los pequeños, 2 años, 3 años, 4 años, primero, segundo y tercero de primaria. Todos me han recibido con expectación, los Espárragos, las Remolachas, los Guisantes, … todos nerviosos, alguno desconfiado, todos locos por las chuches,… unos tranquilos y otros a tope de energía, pero todos felices de contarme lo que querían.

Primero para el mundo, amor, paz, amistad, después para el cole, su pequeño mundo, puzles, pinturas, una canasta y hasta ¡¡¡una aspiradora!!! para que sea más fácil recoger la clase, y luego para ellos, princesas, coches y bicicletas no faltaron en su lista.

Me quedo con sus caras, sorpresa, excitación, incredulidad, deseo, … me quedo con cada momento, … de pensar que en el aula de 2 años alguno empezaba a hacer pucheros, a volvernos locos hablando de elefantes de colores y de motos; de escapar de un motín para robarme las chuches, a cogerme de las piernas en la puerta de la clase para que me quedara.

Me quedo con la ingenuidad, la esperanza y la felicidad de todos estos niños, deseo que sean el espejo donde mirarnos y soñar que todo es posible en Navidad.

¡¡Feliz Navidad!!